Más allá de la propia estética del coche, la carrocería del vehículo determina su aerodinámica, su funcionamiento en carretera y sus niveles de seguridad. Por los tanto, resulta determinante a la hora de proteger a los pasajeros, influyendo tambien en la comodidad de los ocupantes durante los desplazamientos.
La carrocería es la estructura del automóvil, a partir del cual se construye y se carga a los pasajeros. Contar con un tipo u otro de carrocería es la que determina que el coche se clasifique. En Romadrid te contamos todos los detalles de la función de la carrocería, además los tipos que pues encontrarte en el mercado de la automoción. ¡Toma nota!
Función de la carrocería
La carrocería es la estructura del coche y siempre debe de mantenerse en buen estado para asegurar la protección de los pasajeros. Tienen su origen en los carruajes del siglo XIX, que empezaron a incorporar metales y aluminio para convertirlos en piezas mucho más seguras y duraderas. En el sector se investiga año tras año nuevas vías para crear carrocerías de alta eficacia, con materiales ligeros pero muy resistentes, aerodinámicos pero seguros para los pasajeros y que resistan las posibles colisiones.
¿Alguna vez te has preguntado por qué los vehículos tienen esa forma? Presentan un morro largo, para que en caso de accidente puedan absorber la fuerza del impacto y reducir los daños en los pasajeros. Hay variaciones, por eso puedes encontrar diferentes tipos de carrocería.
Tipos de carrocería
Los fabricantes de vehículos tienen en cuenta aspectos como el volumen, el diseño o los posibles daños en el chasis para desarrollar la carrocería. Podemos encontrar carrocerías con carrocería separada, plataforma con carrocería separada, carrocería monocasco y carrocería autoportante. Esta última es la más habitual en los coches que fabrican, por su facilidad de creación y su manejabilidad: un conjunto de piezas unidas por medio de soldaduras.
Según volumen
Esta clasificación no es la más habitual, pero sí se utiliza especialmente en el ámbito de los coches comerciales: nos referimos a monovolumen cuando la zona del motor, de los pasajeros y del maletero está totalmente integrada; dos volúmenes se definen cuando tiene espacio para el capó y el motor y otra separación para los pasajeros y para el espacio de carga. Por último, los tres volúmenes separan la zona del motor, de los pasajeros y del maletero.
Según diseño
La clasificación de carrocería según diseño es la que suele utilizarse de forma más común, distinguiendo entre vehículo sedán o berlina, vehículo tres o cinco puertas, vehículo familiar, vehículo cupé, vehículo todoterreno, vehículo descapotable y, por último, los coches SUV, que tienen una estética off-road, pero a la vez deportiva.
Daños en el chasis
El chasis está totalmente expuesto a golpes y a posibles desperfectos, que no solo afectan a una estética, sino que influyen directamente en la seguridad y en la aerodinámica. Te recomendamos que tras un golpe intentes revisar si los daños que ha sufrido la estructura son simplemente estéticos o si afectan al conjunto total.
Es posible que hayas sufrido algún golpe y no te hayas percatado del daño, por eso en Romadrid te damos algunas pistas para que puedas comprobar tu vehículo y recurras a los mejores expertos del mundo del motor: un síntoma de la carrocería dañada son las curvas no uniformes en el marco, que deben de ser iguales en un lado y en otro del coche; la alineación del coche también puede alterarse sin poder verlo a simple vista; otro síntoma es la mala posición de los componentes del coche o el mal ajuste.
Una de las pruebas más claras de un problema en el chasis, está en los neumáticos, que siempre son un buen indicativo de los daños en el vehículo. Existen diferentes patrones en las ruedas y en su desgaste que indican que hay probabilidad de que el daño esté en el cuadro del coche.
Recuerda que dependiendo de los daños que haya en el vehículo, la reparación será o no posible. Si el daño es mayor, no siempre podrá recuperarse la aerodinámica y la resistencia del coche al mismo nivel que estaba de fábrica. Uno de los fallos más comunes, y que sí se pueden reparar, son los soportes en la suspensión. Consulta con nosotros cuál es el daño real de tu vehículo y si es posible solucionarlo.