Las investigaciones en el mundo del motor están cada vez más enfocadas a la movilidad sostenible y respetuosa con el medio. Los coches de gas licuado de petróleo surgen de esa necesidad de ofrecer coches dinámicos, sin emitir gases contaminantes y con la máxima autonomía. En Romadrid contamos con un stock completo de vehículos entre los que se incluyen este sistema de circulación. Contacta con nosotros y conoce de primera mano todos los modelos.
¿Cómo funcionan los coches GLP?
Este tipo de coches funcionan utilizando una mezcla de gases, principalmente propano y butano, como combustible. Estos vehículos están equipados con un sistema de propulsión dual que les permite funcionar tanto con gasolina como con gas, lo que proporciona flexibilidad al conductor y reduce los costos de combustible.
Lleva un sistema de propulsión dial, es decir, tiene dos sistemas de combustible: uno para gasolina y otro para el gas. El conductor puede cambiar entre ambos combustibles mediante un interruptor ubicado en el tablero. El sistema de gestión del motor ajusta automáticamente la mezcla de aire y combustible según el tipo de combustible que se esté utilizando en ese momento.
El GLP se almacena en estado líquido en un depósito presurizado, generalmente ubicado en el maletero del vehículo. Este depósito está fabricado con materiales resistentes y está diseñado para soportar altas presiones, garantizando la seguridad del sistema.
El GLP se inyecta en el motor en forma gaseosa. Cuando el motor está funcionando con este, el sistema de inyección convierte el gas licuado en vapor antes de enviarlo a los cilindros del motor, donde se mezcla con el aire para su combustión. Este proceso es similar al de los coches de gasolina, pero con algunas adaptaciones para manejar el combustible gaseoso.
El conmutador de combustible permite al conductor cambiar entre gasolina y gas, incluso mientras el vehículo está en marcha. El cambio entre combustibles es suave y no afecta el rendimiento del motor. Además, si el coche se queda sin gas mientras se conduce, el sistema cambia automáticamente a gasolina sin interrupción.
Funciona de manera muy similar a un motor de gasolina. La principal diferencia radica en el tipo de combustible utilizado. Al quemar gas, el motor produce menos emisiones contaminantes y, en muchos casos, genera una combustión más limpia y eficiente. Además, tiene un octanaje más alto que la gasolina, lo que puede reducir el desgaste del motor y aumentar su vida útil.
Ventajas e inconvenientes de los coches GLP
Esta tecnología está muy vista en toda Europa, lo que ayuda a que todas las estaciones de repostar lo incluyan en sus opciones. Además de aportar gran autonomía al vehículo al tener un depósito extra junto al tradicional, el precio de este combustible es muy inferior que al de la gasolina o el diésel.
Con este tipo de vehículo puedes obtener la etiqueta ECO de la DGT, beneficiándote de las ventajas a la hora de pagar impuestos, acceder a zonas de alta contaminación, acceder a carriles VAO o incluso acceder a un aparcamiento en medio de la ciudad. Otro de los puntos a favor es que puede ofrecer hasta un 40% de ahorro en carburante, ya que utiliza ambos motores, alargando su vida.
El mantenimiento es menor, ya que el desgaste del motor es mínimo. Aunque a priori los coches suelen ser más costosos, el repostaje es mucho más económico. Algunas dificultades que presenta este tipo de coches es que siempre necesitan gasolina y que en algunos lugares no hay tata variedad de boquillas como necesita tu vehículo. El último punto negativo a tener en cuenta es que el espacio dedicado a la rueda de repuesto está ocupado por el depósito.
¿Cómo está constituido el sistema?
El sistema facilita que la conducción sea mucho más suave y silenciosa en comparación con un vehículo de combustible tradicional. Al uso, tiene la mismas funciones que un coche de combustión tradicional, por lo que la conducción será igual.
Los principales componentes de estos vehículos son el depósito toroidal con forma de rueda, para no eliminar espacio del maletero; una boca de carga en el lateral del vehículo, mangueras y tuberías que se conectan con una válvula de corte; un reductor que pasa el líquido a estado gaseoso; una válvula de corte, que corta el caudal del gas cuando el motor se para o cuando el coche se está alimentando del combustible de gasolina.
Además de estas piezas, son esenciales otras como la centralita, que controla la dosis de gas que recibe el motor en todo momento; el conmutador, que es el encargado de seleccionar el modo de circulación. Es interesante señalar que cualquier coche puede convertirse en un GLP, siempre y cuando tengamos claro los pros y los contras de esta acción. El precio varía según la cilindrada y por eso siempre hay que recurrir a los expertos.
Cómo repostar en una gasolinera
Es prácticamente igual que en un coche de combustión tradicional, ya que cualquier punto de repostaje está preparado para este tipo de vehículos. Hay algunas recomendaciones que hay que seguir cuando se hace un repostaje de este tipo: en primer lugar, hay que parar junto al surtidor ya apagar el coche, es recomendable no utilizar el teléfono móvil ni fumar. Cuando vayas a retirar la boquilla adaptadora, comprueba que la junta está en buenas condiciones y apriétalo bien sin hacer excesiva fuerza. Recuerda que debes pulsar el botón de suministro durante todo el proceso, una medida que invita a estar pendiente del llenado. En este sistema, el llenado parará en un límite de seguridad, que tiene en cuenta por medio de la presión.
Cuando retires la manguera habrá una pequeña fuga de gas de una milésima de segundo, totalmente inofensiva y por la que se desaconseja estar fumando. Una vez cerrada la tapa del combustible, ya estarás listo para conducir tu vehículo sostenible. Si quieres informarte más sobre este tipo de vehículos, no dudes en preguntar a nuestros profesionales de Romadrid.