Un consejo que todos los conductores hemos escuchado en varias ocasiones es “No es bueno circular varios kilómetros en reserva”. La realidad es que la mayor parte de los pilotos no saben por qué ni conocen los detalles del funcionamiento de una reserva de depósito de gasolina o diésel, como tampoco las consecuencias y los daños que puede provocar su mal uso. En Romadrid te contamos todo lo que necesitas saber para que lo pongas en práctica día a día.
Qué es la reserva de gasolina
La reserva del depósito de gasolina es un mecanismo que tiene el coche para poder circular unos kilómetros extra y que el coche no se pare en seco al quedarse sin combustible. Se trata de un comodín para recorrer ciertos kilómetros, pero nunca debe de convertirse en un habitual, ya que además no todas las reservas son iguales en todos los coches.
Circular en reserva
Es importante señalar que circular en reserva no ayuda a la salud de la mecánica de tu coche, siendo todo un riesgo para la seguridad al volante y también un riesgo económico, ya que puede derivar en daños a otros componentes del coche. Actualmente el precio del combustible ha aumentado notablemente, por eso muchos conductores son dados a apurar al máximo y agotar la reserva: esta acción no es conveniente.
Cuánto dura la reserva
La duración de la reserva dependerá del tipo de depósito, ya que no todos tienen la misma capacidad. Habitualmente suponen un porcentaje de un 20-15% del total del depósito. Suele corresponder a unos 40-45 kilómetros aproximados, aunque en modelos más grandes esta cifra aumenta a los 120 kilómetros.
La duración también dependerá del tipo de conducción, si llevamos a cabo una conducción eficiente, sin frenazos o acelerones, si nuestro coche está cargado o incluso de las condiciones climáticas. Llevar a cabo una conducción fluida siempre aumenta la vida del depósito.
Daños por circular en reserva
El principal daño que puede derivar de esta práctica es daño en la bomba de combustible, ya que su funcionamiento consiste en transportar el combustible desde el depósito hasta el sistema de conducción. Por eso, cuando no recibe más líquido, tu coche puede llegar a pararse y habrá que cambiar la bomba de combustible.
Además, este sistema de bombeado de combustible incluye un filtro, que sedimenta las posibles partículas dañinas del combustible. Cuando queda poca gasolina o diésel en el depósito, la concentración de aumenta y se puede obstruir por completo el filtro. Si hablamos de diésel, las consecuencias pueden ser mucho peor, ya que la densidad en mayor y puedes crearse burbujas.
Multas por circular en reserva
Además de los riesgos en materia de seguridad que conlleva conducir en reserva de forma frecuente, podemos enfrentarnos a una sanción económica por parte de las autoridades de tráfico si este se queda inmovilizado. La multa puede alcanzar los 200 euros, ya que se puede considerar un riesgo para el resto de los conductores, por entorpecer la circulación.
En caso de dejar el coche abandonado en una vía por esta cuestión e ir hacia una gasolinera cercana puede aumentar la sanción en unos 3.000€, por transportar combustible de forma poco segura. Nuestro consejo es que repostes el coche cuando sea necesario, sin tener que apurar al máximo siempre.