Los amortiguadores son una parte esencial del vehiculo, una especie de músculo que asegura que se reduzca el impacto del vehículo al pasar por zonas inestables de la carretera. Forma parte del sistema de suspensión, limitando los movimientos bruscos y evitando que los muelles reboten y sean molestos para los conductores. En Romadrid te contamos cómo puedes cuidar este aparato y cómo asegurar su buen mantenimiento, evitando sustos en la conducción o desplazamientos incómodos.
Qué función cumplen los amortiguadores
Tanto el amortiguador como el resto de los sistemas de suspensión tienen como función absorber las irregularidades del terreno, adaptarse al posible desnivel y aumentar la estabilidad del vehiculo, evitando que afecten a la carrocería, a los pasajeros y controlando la pérdida de la tracción o los errores en la direccionalidad. En resumen, es uno de los elementos que limita el movimiento de la suspensión y que evita el rebote constante de los muelles.
Hay diferentes clasificaciones de amortiguadores, en función del tipo de vehículo y la conducción que esta establecida por el fabricante: las sensaciones que se quieren transmitir desde su fabricación son esenciales. Una mayor rigidez de los amortiguadores causa una mayor transmisión de las irregularidades del terreno al interior del coche, mientras que con un amortiguador muy blando no se llega a controlar del todo la oscilación de la suspensión.
Consejos para cuidar los amortiguadores
Además de la dureza de los amortiguadores, también se pueden clasificar en amortiguadores hidráulicos, de doble tubo, monotubo, reológicos y con frecuencia selectiva. Todos ellos tienen la misma función, pero su dinámica es diferente: varía el volumen de aire que recogen, el tipo de dureza, los niveles de presión o si funcionan estando presurizados.
La amortiguación de tu coche se puede cuidar con un mantenimiento preventivo, pero también con rutinas como evitar circular a gran velocidad en lugares con carreteras irregulares, revisar la presión de las llantas, prestar atención a las cargas excesivas del coche o poner atención a als pérdidas de control del vehículo, así como a los ruidos extraños que puedan causar.
Revisa los resortes
Los resortes son la pieza que une las ruedas con la carrocería del coche, por lo que constituye una parte esencial para los propios amortiguadores y para que el sistema funciona correctamente en conjunto. Con el fin de cuidar los amortiguadores, te recomendamos que estés atento a los ruidos del coche, especialmente los golpes al pasar por algún tope o resalto. Si escuchas este golpe, significa que los resortes, que están pensandos para durar toda la vida, puede que estén muy desgastados y haya que sustituirlos.
Revisa las llantas
Las llantas son una pieza clave, que junto con el resto de las piezas del sistema de suspensión, son un requisito esencial que aseguran el buen funcionamiento del coche. Revisa que no estén desgastadas, que todas las válvulas estén bien tapadas, así como la presión de las mismas.
No pases los baches rápido
No todas las carreteras se encuentran en buen estado, por eso nos solemos encontrar con zonas con baches, con gravilla o incluso con resaltos. Las llantas y los amortiguadores son esenciales para que haya una buena sincronización en la conducción. Una conducción muy agresiva y sin tener en cuenta las variantes que hay en la carretera, provocan que se pierda presión y por lo tanto un efecto negativo en los amortiguadores: el resultado son mayores vibraciones, crujidos o inestabilidades.
¿Cuánto cuesta cambiar los amortiguadores?
Si en tu coche detectas que hay una pérdida de aceite de los amortiguadores, que al coche le cuesta estabilizarse después de pasar por un bache, que cuando frenas el morro del vehículo se eleva en exceso o incluso que los faros del coche vibran mucho, puede que tengas que acudir a tu mecánico de confianza. En Romadrid te daremos la solución tanto en estos casos como si detectas ruidos en la parte del amortiguador, ya que puede que haya que sustituirlos.
El precio de los amortiguadores varía según el tipo de coche que montes, además del tipo de conducción que tiene establecido. El precio medio de los amortiguadores ronda los 300€, un precio ligeramente superior a los amortiguadores traseros. Lo ideal es que consultes si se trata de una rotura completa o de unos amortiguadores en mal estado o incluso que estén sucios.