Todos los conductores han escuchado hablar sobre la junta de la culata, una pieza que en caso de avería puede causar u gran daño en nuestro coche. En Romadrid te contamos qué es, cuál es su función principal y cuál es el coste de la reparación. Presta atención a todas las claves que te ofrecemos.
Qué es la junta de la culata
La junta de la culata es una lámina que se sitúa entre el bloque del motor y la culata, que se utiliza para sellar por completo esa zona y asegurarse de que ambas zonas quedan estancas y sin comunicación entre ellas. Forma parte de la composición del motor y su principal función es evitar que se mezcle aceite del motor y líquido refrigerante.
Se trata de un sistema complejo, que resiste tanto las temperaturas más altas como las presiones más extremas. Para su composición, se utiliza el amianto, cubierto de cobre. Esto supone que cuando se lleva a cabo el proceso de combustión, no se mezcle el refrigerante con el aceite, asegurando el buen funcionamiento del coche y del motor.
¿Qué tipos de junta de culata hay?
La junta de la culata puede estar hecha de diferentes materiales, lo que supone que existan diferentes tipologías. Del material se determina la rigidez de la pieza y la compresión que ejercen al motor. Las más comunes que se pueden ver en los coches son las de una sola pieza de aluminio y cobre, la de acero con canales a diferente profundidad.
También existen las de composite recubiertas con chapa metálica, las que unen varias hojas finas y las que están prensadas, hechas con hierro o con cobre en combinación con el amianto.
Mantener la junta de la culata
La junta de la culata es una pieza que resiste mucha presión, pero que a la vez tiene que ser elástica para cubrir las posibles fisuras causadas por el movimiento. Una de las mejores maneras de realizar un mantenimiento es manteniendo todos los sistemas del motor limpios, junto con una revisión periódica de este componente.
Es recomendable que el nivel del líquido refrigerante sea el adecuado y que el circuito esté limpio, para evitar que la junta de la culata se vea sometida a presiones y temperaturas muy altas. Además, debe de estar bien ajustado al bloque del motor.
¿Cómo sé si se ha roto la junta de la culata?
Con un uso normal del coche es frecuente que la junta de la culata se desgaste, al igual que otros elementos del coche sobre los que se ejerce presión o rozamiento. Hay varios síntomas que nos indican que algo va mal en esta pieza y son muy recurrentes.
El primer síntoma es que el motor se sobrecalienta, consume más agua o aceite de lo normal, se pierde líquido refrigerante o existe una presión excesiva en el circuito de refrigeración. Además, se pierde por completo la función de la junta de la culata y el depósito del aceite se llena de agua. Esto repercute directamente en el arranque del coche o en la pérdida de la potencia. Otro síntoma muy visible es el humo blanco que sale del tubo del escape.
Muchos de estos síntomas también pueden venir dados por otras muchas piezas, por eso te recomendamos que consultes con nuestros expertos, que revisarán a fondo todos los componentes y darán con el problema a la primera.
Reparar junta de la culata
La reparación de la junta de la culata es una de las más costosas de todo el coche, ya que es una pieza que va unida al bloque del motor: de hecho, muchos conductores deciden adquirir un vehículo nuevo antes de hacer una reparación.
Esto supone que haya que desmontar varios componentes del bloque del motor, necesitando varias horas de mano de obra y hacer un rectificado del motor. Aunque todo depende del tipo de motor y del modelo del coche, el coste puede elevarse por encima de los 800 euros, sin contar que haya causado daños en el motor.
Nosotros te recomendamos que solo te pongas en manos de expertos, como el equipo de profesionales de Romadrid: con años de experiencia y en continua formación para ofrecerte el mejor servicio.