Mantenimiento de tu coche en invierno

Durante los meses más gélidos del invierno, tanto la presencia de hielo como de nieve puede representar un factor determinante en tus desplazamientos diarios, incrementando el peligro de accidentes o fallos mecánicos si no se llevan a cabo los adecuados cuidados de mantenimiento en tu vehículo.

Consejos de mantenimiento en invierno

Se aconseja realizar revisiones específicas a tu automóvil siempre que se acerque la temporada fría y antes de emprender trayectos extensos. Estas inspecciones y cambios no implican un gasto elevado y te brindarán la posibilidad de prevenir potenciales averías graves, garantizando, sobre todo, una conducción más segura. Te dejamos una lista de apartados por cada elemento del coche que debes tener vigilado en invierno.

Batería del coche

Durante la temporada invernal, la batería es uno de los componentes mecánicos más afectados por las bajas temperaturas, convirtiéndose en un elemento crucial para la revisión del vehículo. Su correcto funcionamiento es esencial para actividades que van desde el encendido del motor hasta la operación de cualquier componente eléctrico.

Las heladas invernales tienen el potencial de agotar la batería fácilmente. Por lo tanto, antes de emprender tus desplazamientos este invierno, se aconseja examinar la batería, verificar su antigüedad y evaluar su carga utilizando un polímetro. En caso de necesitar un reemplazo, el costo suele oscilar alrededor de los 200 euros.

Sistema de frenado

Observa cuidadosamente la región del depósito de líquido de frenos y examina los conductos que se extienden desde él. Si notas que el material está reseco, puede ser una señal de que es necesario reemplazar esos componentes. Además, si detectas la presencia de líquido debajo del vehículo o cerca de las ruedas, es probable que haya una fuga de líquido de frenos.

Tanto las pastillas como los discos de freno experimentan desgaste con el uso continuo. Evalúa este desgaste utilizando una linterna, prestando especial atención a la superficie de los discos, y asegúrate de que no haya daños o acumulación excesiva de suciedad en ellos. En caso de tener dudas o experimentar frenadas irregulares o sensaciones extrañas al presionar el pedal, es recomendable llevar el automóvil al taller para una revisión exhaustiva del sistema. En Romadrid tenemos todo tipo de servicios para tus modelos Ford.

Nivel de los líquidos del coche

El nivel de líquido refrigerante y el líquido de frenos deben mantenerse entre las marcas de máximo y mínimo. Si necesitas rellenar el refrigerante, asegúrate de que el motor esté frío. No te limites a rellenar el depósito si encuentras niveles muy bajos; en teoría, estos niveles deberían permanecer estables. En cuanto al líquido de frenos, es preferible cambiarlo por completo para evitar mezclas.

En el caso del líquido lavaparabrisas, no hay un nivel específico que medir. Simplemente llena el depósito hasta el cuello, antes del tapón. Se recomienda utilizar un lavaparabrisas comercial a base de etilenglicol, incluso si es de marca blanca, en lugar de una mezcla de agua y detergente. El etilenglicol, similar al alcohol, se evapora fácilmente al rociar el parabrisas, lo que ayuda a mantener una visibilidad adecuada durante la conducción.

Neumáticos

Es esencial examinar los neumáticos durante la temporada invernal para asegurar la tracción del vehículo en el asfalto y prevenir posibles pérdidas de control. Debes verificar la presión de inflado en frío, asegurarte de que la profundidad del dibujo en la banda de rodadura sea superior a 3 milímetros (un estándar de seguridad que supera el requisito legal mínimo de 1,6 milímetros) y supervisar que no haya cortes, grietas o deformaciones en la goma. Aunque la inspección de neumáticos es crucial en cualquier época del año, su importancia se magnifica en invierno debido a las condiciones más exigentes a las que se enfrentan en la carretera.

Luces del coche

En relación a las luces del automóvil durante la temporada invernal, se aplica lo mencionado anteriormente acerca de los neumáticos. Aunque son cruciales durante todo el año, cobran una importancia aún mayor en invierno debido a las horas limitadas de luz natural. Es esencial asegurarse de que estén en buen estado de funcionamiento. Si una bombilla, como la de la luz de cruce, se quema, no dudes en reemplazar ambas del mismo tipo.

Después de todo, tanto la lámpara derecha como la izquierda tienen la misma antigüedad. Si tu automóvil presenta la peculiaridad de requerir un desmontaje extenso para cambiar una bombilla, es aún más motivo para hacerlo durante un viaje programado al taller. Aprovecha la visita al taller si sospechas que los haces de luz no están debidamente alineados por cualquier motivo. Esto te permitirá evitar deslumbramientos a otros conductores, así como garantizar una visibilidad adecuada, evitando inconvenientes como la reducción de la distancia de visión.

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