El mercado de la automoción ha avanzado mucho en los últimos años, especialmente hacia los vehículos eléctricos e híbridos, priorizando la sostenibilidad sobre otros sistemas de combustión clásica. Además de la facilidad de conducción de los coches eléctricos o híbridos, su conducción permite que tengas un extra de autonomía y que mientras puedas respetar el medioambiente: te llevas otros extras como la conducción silenciosa, la comodidad de su interior o incluso los diseños futuristas, que tienen en cuenta el factor aerodinámico. En Romadrid te contamos cómo funcionan este tipo de vehículos y cómo puedes cargarlos.
Los coches híbridos más populares
En la gama Ford encontrarás algunos de los híbridos más populares del stock de nuestro país, con modelos SUV de grandes dimensiones y capacidad de hacer rutas offroad, como son el Ford KUGA, el Ford Puma, el Ford Fiesta Active Ecoboost o el Ford Transit Custom Van. Si quieres apostar por un vehiculo 100% eléctrico de la gama, el Mustang Mach- E es una de las opciones favoritas de los seguidores de la conducción deportiva.
Así funciona un coche híbrido y eléctrico
Los coches híbridos son una de las opciones favoritas de los compradores de coches, ya que aportan sostenibilidad a tu día a día, pero sin perder potencia. Habitualmente disponen de un motor de gasolina y uno eléctrico, combinándose según las necesidades del conductor y también del tipo de carretera, aunque hay que valorar que existen diferentes coches hibridos con funcionamientos variables.
Generalmente, las baterías se nutren del litio, lo que aporta energía y además permite su almacenamiento: junto con las ruedas motrices, se transmite toda la tracción al suelo, haciendo posible la propulsión del vehículo. Otra de las piezas fundamentales es el generador, que se sitúan junto al motor térmico y las transmite a las baterías de litio.
Por lo tanto, la conducción comienza con el arrancado, cuando el motor eléctrico se alimenta de la batería para obtener energía; el segundo paso es el trayecto, en el cual se usa el motor de gasolina y se combina con el generador y las baterías; como tercer paso, se produce una aceleración del motor de gasolina. En la tracción, es fundamental el uso de los motores de forma simultánea para proporcionar potencia en las ruedas. Así mismo, con las frenadas se aprovecha la energía que se genera para regenerar todo el conjunto y almacenar en la batería.
Cómo se carga un coche eléctrico
Los coches eléctricos, a diferencia de los híbridos, necesitan una fuente de alimentación externa para poder funcionar y disponer de autonomía. Los elementos más básicos del coche eléctrico es la toma de electricidad y también el tipo de conector del que dispone: puedes seleccionar una carga convencional, una rápida y una semi-rápidas en función de la capacidad de tu batería y tambien de del tipo de enchufe.
Existen cuatro lugares para cargar tu coches eléctrico: en casa, en un centro comercial, en electrolineras o en punto de acceso público. De forma generalizada con los puntos de carga que se instalan en casa podrás cargar por completo la batería de tu coche, mientras que en lugares como hoteles, centros comerciales o similar, la carga suele ser lenta, lo que sirve como respaldo, pero no para cubrir toda la batería. Además, las electrolineras disponen de la opción de carga superrápida, con corriente continua y unos 50 kW de potencia, siendo la mejor alternativa para cargar tu vehículo.
Si quieres hacerte con un coche híbrido o eléctrico para modificar tu forma de entender la conducción, no dudes en visitar el stock de Romadrid, donde podrás aprovechar las mejores ofertas así como una gran variedad de modelos. Súbete al carro de las energías alternativas y de las ayudas disponibles para la adquisición de estos automóviles, así como los distintivos medioambientales que puedes aprovechar para optimizar tu día a día.