Batería del coche: tipos, funciones y mantenimiento
La batería del coche es el elemento encargado de suministrar energía eléctrica al coche. Permite que el motor y los elementos auxiliares, funcionen de manera correcta. La función principal es ayudar a la puesta en marcha del motor de arranque, pero también sirve de apoyo al alternador cuando, ya circulando, hay que suministrar energía a elementos o accesorios como la ventilación, sistema multimedia, etc. En Romadrid te contamos todo lo que debes saber sobre el mantenimiento de tu coche y te invitamos que eches un vistazo a todos los servicios Ford.
Principal funcionamiento de la batería del coche
Como hemos dicho, la labor principal de la batería del coche es aportar la energía necesaria al motor de arranque y dar soporte al alternador cuando lo necesite. Pero, ¿cuál es el funcionamiento de la batería? Te contamos el proceso.
- El acumulador de la batería contiene varias placas unidas.
- La combinación de estas placas de plomo consigue la reacción que genera corriente eléctrica.
- Al aportar electricidad a la batería, el proceso se invierte, y la energía vuelve recargando la batería.
- La tensión va aumentando hasta conseguir obtener baterías de hasta 24V.
- Cuando se menciona la capacidad de una batería, se mide en amperios/hora. Es decir, la intensidad de corriente capaz de soportar sin ser recargada en una hora.
¿Qué tipos de baterías de coche hay?
Actualmente existen cinco tipos de baterías de coche diferentes. Cada una con unas características diferentes y todas ellas con alguna similitud. Requieren diferente mantenimiento y son totalmente diferentes en su composición.
Baterías de iones de litio
Las baterías de iones de litio son las más comunes para impulsar a los coches eléctricos. Pero es raro verlas en los sistemas de arranque de los coches de combustión convencionales. Su principal inconveniente es el precio de fabricación. Cada vez es menor, pero siguen teniendo un coste de producción muy alto.
Baterías de calcio
La batería de calcio es una de las más convencionales. La composición es de calcio y sufren daños en caso de sobrecarga. Es por esto que su uso no está muy extendido ya que tienen una alta probabilidad de dañarse.
Baterías de celdas húmedas
Son las más comunes actualmente y las más extendidas. Están compuestas por un número determinado de placas de plomo sumergidas en una solución de agua y ácido sulfúrico. Las ventajas de estas baterías son su bajo coste y el poco mantenimiento que necesitan. Por estos dos motivos, son las más habituales de ver en nuestros coches.
Baterías de metal hidruro
Las baterías de metal hidruro son similares a las de celdas húmedas, aunque cambian los componentes que la forman. Tampoco funciona como batería de arranque, pero sí se encarga de darle impulso y movimiento a algunos de los coches híbridos actuales del mercado. Su principal virtud es que aguanta un mayor número de ciclos de descarga por lo que alarga su vida útil.
Baterías VRLA
Estas baterías cuyo nombre deriva de sus siglas en inglés, también son conocidas como baterías selladas. No son tan baratas como las baterías convencionales pero cada vez son más utilizadas en los coches por su sobresaliente durabilidad.
Cuánto dura la batería de un coche
La batería es un elemento con una vida útil que se comprende entre los tres y cinco años aproximadamente. Pueden durar dos o seis años, según el uso y el cuidado que le demos. Pero en torno a tres y cinco años es lo más habitual. Debemos estar atentos a ciertos síntomas que indicarán que la batería comienza a fallar y que pronto habrá sustituirla.
Si se enciende el testigo de la batería en el cuadro de instrumentos. Si el coche da fallo al arrancar. Si la alarma empieza a fallar de manera intermitente y se enciende. También otro síntoma muy claro es cuando el cierre centralizado, las ventanillas, el sistema multimedia o el portón del maletero eléctrico, empiezan a fallar. Esto puede ser debido a la baja carga de la batería.
¿Por qué se descarga la batería del coche?
La duración de la batería varía en función del uso adecuado o inadecuado que hagamos de nuestro coche. Hay varias causas que provocan que la batería se descargue con mayor rapidez. A veces por motivos ajenos como el clima y en otras ocasiones por nuestra culpa.
Las bajas temperaturas en invierno pueden provocar una caída de la carga de la batería. Dejar las puertas mal cerradas, puede provocar una iluminación del interior del coche que se quedará encendida hasta que la batería se descargue por completo. De la misma manera que dejar puesta la radio o las luces con el motor apagado. Y, por último, puede que la causa de la descarga total de la batería de nuestro coche sea que ha llegado al final de su vida útil. La batería totalmente descargada impide poner en marcha el motor.
Te recomendamos que siempre que circules por alguna vía e intersecciones de estas características, debes reducir la velocidad, observar que no pasa ningún vehículo en este momento y señalizar las maniobras correctamente. Realizar una conducción eficiente es muy importante para evitar problemas al volante.