La lluvia es uno de los principales causantes de accidentes cuando llega el entretiempo y el invierno, siendo el causante de un gran número de accidentes de tráfico en las carreteras de nuestro país. En Romadrid te damos algunos trucos para que puedas conducir con la máxima seguridad que suele darse en estas situaciones.
Lo primero que debes de valorar es que, con el suelo mojado, el riesgo de accidente aumenta notablemente. El principal problema suele ser el agarre que tiene el coche al asfalto, además de la falta de visibilidad o incluso los reflejos que producen las luces de los focos en el agua. Afianza una conducción segura con estos tips que te damos en Romadrid.
Cuidado con el aquaplaning
Las dificultades cuando llueve aumentan notablemente reflejándose en la conducción y en los movimientos que efectúa el coche. El aquaplaning es el momento (concretamente, los segundos), en el cual el coche pierde de forma completa el agarre al asfalto. Esto se produce cuando hay una balsa de agua delante de la rueda o cuando se acumula agua, lo que no permite que se mantenga el punto de agarre entre la rueda y el asfalto.
Este fenómeno es muy común en la conducción y también se conoce como hidroplaneo, sucediendo con una gran frecuencia cuando hay lluvia intensa y cuando el asfalto es irregular y se han formado charcos.
Utiliza ruedas adecuadas
Uno de los puntos que más influyen en que se produzca el aquaplaning es utilizar neumáticos que no son adecuados, especialmente si no cuentan con el dibujo que facilita que el agua no se acumule. Los neumáticos deben de estar en perfectas condiciones en cuanto a profundidad y en cuanto a presión. Todos los vehículos deben de ser sustituidos cuando el dibujo es menor a 1,6 mm, ya que esto puede reducir drásticamente la evacuación del agua.
Si se produce el aquaplaning, debes de tener en cuenta una serie de consejos para reducir el riesgo de accidente: si esto te sucede suelta el acelerador de forma inmediata, así como el embrague, agarrando con seguridad el volante para que la dirección no haga movimientos bruscos. Una vez que el coche recupere el contacto con el asfalto, lo idóneo es que mantengas una velocidad reducida y que en ningún caso circules sobre las líneas blancas que delimitan la carretera, ya que esta pintura suele ser bastante deslizante si están mojadas.
Aumenta la distancia de seguridad
Precisamente por cómo los riesgos en carretera se multiplican, es recomendable que mantengas una distancia de seguridad ampliada por dos. De esta forma en caso de accidente podrás disponer de más margen de maniobra sin tener que poner en peligro a otros conductores.
Junto con un aumento de distancia de seguridad respecto a otros vehículos, recuerda que es recomendable que reduzcas la velocidad para limitar los riesgos y también que sigas las huellas que han dejado en la carretera otros conductores, que están menos húmedas. Tener una conducción tranquila y segura es la mejor estrategia para afianzar la seguridad en estos casos.
Mantén la visibilidad
La seguridad va de la mano con la visibilidad en carretera, por eso te recomendamos que mantengas el cristal sin vaho, además de activar las luces de cruce o las cortas para que veas y el resto de los coches te vean sin provocar un deslumbramiento.
El mejor consejo que te podemos dar es que pongas en práctica el sentido común junto con estos consejos sencillos y de fácil aplicación. Además, en caso de tener que frenar nunca debes hacerlo de golpe, sino que es recomendable que pises el freno de forma progresiva, suave y teniendo en cuenta que lo contrario provoca el ABS de bloqueo de frenos.