¿Sabes qué es la distancia de frenado y cómo afecta a tu conducción? La distancia de frenado está directamente relacionada con el estado del vehículo y también con el tipo de conducción que hagas. En Romadrid te contamos todos los factores que influyen en esta medida y cómo puedes controlar tu coche.
La distancia de frenado, en definitiva, es el trayecto que recorre el coche desde que se pisa el freno hasta que el vehículo se detiene por completo. Cuanto más corta sea esta distancia, más seguridad habrá, pero este depende del estado de los frenos, de la situación del pavimento y de otros factores que no siempre pueden controlar los conductores.
¿Por qué es importante la distancia de frenado?
La distancia de frenado es la representación del funcionamiento de los frenos. Este dependerá en gran parte de la velocidad a la que circulemos y del estado de nuestros frenos, pero siempre hay que procurar que la distancia de frenado sea la menos posible para evitar choques o accidentes: se entiende que, si se acciona el freno, se desea que el coche se detenga lo antes posible.
Hay un factor determinante y que requiere una mención especial: el hielo. Este fenómeno supone que la distancia de frenado aumente hasta 10 veces, provocando situaciones de alto riesgo. Si te enfrentas a nieve o hielo, te recomendamos que circules con cadenas de nieve, siguiendo las indicaciones de las autoridades viales.
Distancia de reacción
Cuando circulamos por la carretera, con tráfico, siempre hay que mantener distancia de seguridad respecto a otros vehículos. Esto tiene como objetivo que, en caso de frenada, no exista un choque entre coches o vehículos. Así pues, la distancia de reacción es el tiempo que transcurre desde que observamos la anomalía hasta que procedemos a reaccionar y pisar el freno. Debemos de tener en cuenta que la distancia de seguridad, la distancia de reacción y la distancia de frenado, están interconectadas entre sí, pero son parámetros diferentes.
Factores que la determinan
Hay muchos factores que determinan la distancia de frenado, pero los principales son la velocidad, el estado de la calzada, el estado de los neumáticos, la eficacia de los frenos, la suspensión del coche, lo cargado que llevemos el coche y las condiciones ambientales.
Para que la distancia que recorre el coche hasta llegar a 0 sea lo menos posible, hay que llevar a cabo un buen mantenimiento del vehículo, revisando de forma periódica el estado de los frenos y todo el sistema, como los discos o las pastillas de freno: el desgaste podrá influir directamente en tu seguridad.
Otro de los factores clave son los neumáticos, que deben de tener una presión correcta, para asegurar que la distancia sea menor. Del mismo modo, la profundidad no debe de superar los 1,6 milímetros que marca la ley, contando con que llevamos los neumáticos correctos para la estación del año y para nuestro tipo de coche. Los amortiguadores son determinantes para la distancia de frenado, ya que determina la estabilidad del coche y disminuye los metros necesarios para frenar y seguir con la trayectoria.
Cómo calcularla
Calcular la distancia de frenado es tan fácil como elevar al cuadrado la velocidad a la que circulas y dividirla entre 180. El resultado deberá de multiplicarse por dos si al conducir existe lluvia.
Antes que tener que calcularla, lo ideal es que moderes la velocidad, que cumplas todas las normas que están marcadas en la vía, que lleves a cabo un buen mantenimiento del vehículo con los mejores expertos y que pongas en práctica tus reflejos y tus capacidades como conductor.
Recuerda que ya son muchos los coches que incorporan los asistentes ADAS, que te ayudan a controlar el estado de los neumáticos, la velocidad a la que circulas e incluso de informan sobre la presión de las ruedas. Consulta con los expertos de Romadrid y pon tu coche a punto para evitar una distancia de frenado que resulte peligrosa.