Los frenos son un sistema básico de seguridad activa del coche y sin el cual no se podría conducir. Su función principal es parar el coche o disminuir la potencia de este, por eso deben de tener un mantenimiento periódico y conocer su funcionamiento más básico. Los más utilizados en los coches son los frenos de disco y los frenos de tambor, que cumplen el mismo objetivo, aunque también funcionan en combinación con otras variantes como los frenos hidráulicos. En Romadrid te contamos sobre estos dos tipos de sistema. ¡Toma nota!
Cómo funcionan los frenos de disco
Los frenos de disco con los más extendidos actualmente en el mercado de la automoción, sustituyendo a los frenos de tambor. En sus comienzos, se incorporaban a los vehículos de conducción deportiva, ya que disponen de mayo refrigeración que el resto de sistema de frenos.
En esta ocasión, el conjunto incorpora un disco que gira a la vez que el eje, incorporando las pinzas para reducir la velocidad, además de las pastillas. Esta presión es la que produce fricción y por lo tanto resistencia y pérdida de velocidad. Así pues, cuando pisamos el pedal de freno se activa una bomba hidráulica que transporta la presión hacia las pinzas de los frenos y los pistones a continuación empujan las pastillas. Para evitar el desgaste, hay que prestar atención a la sustitución de las pastillas de freno y a signos como vibraciones o ruidos al frenar.
Ventajas de frenos de disco
Una de las principales ventajas del sistema de frenos de disco es que tienen una muy buena refrigeración, provocando que, tras el esfuerzo de la fricción, el coche se recupere y disipe mucho mejor el calor. El coche tardará más en fatigarse y dará mejores resultados a largo plazo. Se sitúan en la parte delantera del coche, dando mayor peso al acto de frenado y con un alto nivel de desempeño.
Cómo funcionan los frenos de tambor
Los frenos de tambor son los primeros en popularizarse, gracias a su sistema efectivo que cada vez se ve menos en los coches de nueva fabricación. El motivo no es su calidad, ya que se trata de un mecanismo ampliamente comprobado y que da buenos resultados en conducción.
Este sistema se compone de zapata, cilindro hidráulico, muelles, tambor y plato, aunque estas piezas pueden variar ligeramente. Su funcionamiento es muy sencillo, siendo las zapatas las que ejercen la fricción sobre el movimiento del tambor, transformando la energía cinética en calor. Cuando dejamos de pisar el pedal de freno, los muelles se encargan de separar las zapatas del tambor.
Ventajas de frenos de tambor
Una de las ventajas más significativas de este sistema es que apenas se desgastan, ya que van situados en el eje trasero y el coche no tiende a frenar tanto en comparación con el eje delantero. Su fabricación y su mantenimiento es mucho más económica, además con una presión mucho menor en comparación al sistema de frenos de disco.
Si deseas hacer un mantenimiento eficaz de los frenos de tambor, recuerda que este es muy escaso, teniendo especial atención al freno hidráulico. Con un buen uso, el tambor puede aguantar durante roda la vida útil del coche, siempre que hagamos revisiones oportunas. En el caso de los coches eléctricos, para conservar los frenos y mejorar la autonomía eléctrica, haz uso de la frenada regenerativa.
Ante cualquier duda sobre el funcionamiento de tus frenos, ven a Romadrid y consulta con nuestros expertos mecánicos. Recuerda que el tipo de freno lo decide el fabricante, pero está en manos del conductor mantenerlo en un estado óptimo.