Con el cambio de tiempo y la llegada del otoño y del invierno, la calefacción del coche es uno de los elementos que más utilizamos en los trayectos diarios. Garantiza que exista comodidad a la hora de conducir, tanto para el piloto como para los acompañantes. En Romadrid te contamos por qué es fundamental este sistema, como puedes utilizarlo de forma inteligente y también cuál es su mantenimiento.
Cómo funciona la calefacción del coche
La calefacción del coche es un sistema del vehículo ideado para garantizar la comodidad en cada desplazamiento, paliando las temperaturas bajas y por lo tanto reforzando la atención al volante y la seguridad. La calefacción de los automóviles aprovecha la temperatura del sistema motor para calentar el aire, por lo que no supone un gasto extra, sino un mecanismo de aprovechamiento. Podrás activarlo desde el botón A/C.
Los coches más actuales están asociados a la climatización (al aire acondicionado) para emitir calor, pero aún son muchos que aprovechan la mecánica básica del vehículo para regular la temperatura del habitáculo. El aire que se cuela al interior del coche, por medio de unas rendijas situadas en el capí, pasa por los conductos de ventilación hasta llegar al interior del coche: además del sistema de aire caliente, también existe el sistema de calefacción por medio de la válvula del agua.
Trucos para utilizarla con eficiencia
Lo primero que debes saber es que no tiene sentido que enciendas la calefacción según arrancas el coche, ya que el sistema no tiene la suficiente temperatura como para calentar el flujo de aire o de agua. Espera unos minutos a que esté caliente y enciéndelo a una temperatura de entre 19 a 22 grados, una temperatura que asegura comodidad, pero sin afectar a la fatiga, irritabilidad o a la somnolencia que provocan las altas temperaturas.
Otro tipo es que enfoques el aire a los pies, activando este tipo de ventilación, ya que el calor tiende a subir, por lo que la distribución del aire será más homogénea por todo el habitáculo del coche, sin apuntar directamente a ningún acompañante.
Si estás al volante y fuera hay temperaturas muy bajas, evita siempre conducir con abrigos, prendas voluminosas que te limiten los movimientos y no dejen ajustarse correctamente el cinturón de seguridad al cuerpo. Del mismo modo, la utilización de guantes al conducir no es seguro, ya que se pierde tacto y adherencia: precisamente la calefacción es la que debe de garantizar una buena temperatura para conducir.
SI quieres maximizar al ahorro energético o reducir el tiempo que tarda tu coche en calentarse, puedes apostar por aparcar el coche en una zona soleada, para que se produzca un efecto horno. Si tu coche tiene techo acristalado, puedes aportar por retirar la cortina y disfrutar de unos rayos de sol.
Por otro lado, es buena idea que apagues la calefacción un poco antes de llegar para ir reduciendo la intensidad poco a poco antes de finalizar el trayecto y no sufrir un cambio brusco de temperatura.
Mantenimiento calefacción
El mantenimiento de la calefacción no es complicado, simplemente debes de comprobar que el circuito de refrigeración sea correcto, si utilizas la calefacción por medio del climatizador. Si tu coche se calienta por medio de calefacción tradicional, hay que comprobar que todos los circuitos estén limpios, así como los termostatos y las válvulas. Si hay fallos en la calefacción, consulta a mecánicos expertos, ya que puede indicar que hay un error en el sistema del motor. En Romadrid te resolvemos todas las dudas, toma nota.